En la actualidad se habla mucho del poder de convocatoria que tiene la red Internet, y una demostración reciente de ese poder sido la exitosa campaña del recién electo Presidente de los Estados Unidos: Barack Hussein Obama. El éxito en la recaudación de fondos y la incorporación de personas a la campaña, tuvo que ver con una excelente estrategia de e@mercadeo o marketing político-electoral virtual.
Ya hace varios años, con las acciones que se produjeron en las reuniones de la Organización Mundial del Comercio (Seatle, 1999) y en la de los representantes de los países ricos, se vio el poder de convocatoria de internet: cientos de miles se movilizaron para protestar sorprendiendo a las autoridades y a los participantes en dichas reuniones. Recientemente, con la aparición de las llamadas redes sociales virtuales (muchas de ellas creadas para establecer o restablecer lazos de amistad); se desarrollaron nuevas movilizaciones de carácter político que han tenido mucho impacto en la opinión publica mundial.
Aun cuando en nuestro país las leyes obligan a los diferentes órganos del Estado a establecer y mantener información disponible en sus paginas Web, la llamada ciudadanía virtual o electrónica esta muy poco desarrollada. Y de no ser así habría un desequilibro que afectaría a muchos ciudadanos en cuanto a sus derechos de participación. La brecha de acceso a internet es muy grande en el país. Aun cuando ha crecido el acceso por el uso de nuevas tecnologías, como la conexión vía celular, la falta de acceso a computadores y el reducido numero de usuarios de redes inalambricas o de acceso telefónico, hace que comunidades enteras permanezcan fuera del mundo virtual en que viven millones de personas en el mundo.
Este escenario aumenta la pobreza y en la medida en que se tenga desconocimiento en cuanto al uso de esta poderosa herramienta, buena parte de la población estará desinformada y su participación en muchos procesos ciudadanos estarán limitados. El analfabetismo tecnológico es un motivo de preocupación y una necesidad para la formación de ciudadanía. debemos procurar avanzar en la difusión y formación de nuestros jóvenes y niños para evitar que esta nueva fuente de desigualdad aumente la injusticia.
Ya hace varios años, con las acciones que se produjeron en las reuniones de la Organización Mundial del Comercio (Seatle, 1999) y en la de los representantes de los países ricos, se vio el poder de convocatoria de internet: cientos de miles se movilizaron para protestar sorprendiendo a las autoridades y a los participantes en dichas reuniones. Recientemente, con la aparición de las llamadas redes sociales virtuales (muchas de ellas creadas para establecer o restablecer lazos de amistad); se desarrollaron nuevas movilizaciones de carácter político que han tenido mucho impacto en la opinión publica mundial.
Aun cuando en nuestro país las leyes obligan a los diferentes órganos del Estado a establecer y mantener información disponible en sus paginas Web, la llamada ciudadanía virtual o electrónica esta muy poco desarrollada. Y de no ser así habría un desequilibro que afectaría a muchos ciudadanos en cuanto a sus derechos de participación. La brecha de acceso a internet es muy grande en el país. Aun cuando ha crecido el acceso por el uso de nuevas tecnologías, como la conexión vía celular, la falta de acceso a computadores y el reducido numero de usuarios de redes inalambricas o de acceso telefónico, hace que comunidades enteras permanezcan fuera del mundo virtual en que viven millones de personas en el mundo.
Este escenario aumenta la pobreza y en la medida en que se tenga desconocimiento en cuanto al uso de esta poderosa herramienta, buena parte de la población estará desinformada y su participación en muchos procesos ciudadanos estarán limitados. El analfabetismo tecnológico es un motivo de preocupación y una necesidad para la formación de ciudadanía. debemos procurar avanzar en la difusión y formación de nuestros jóvenes y niños para evitar que esta nueva fuente de desigualdad aumente la injusticia.